Dentro del frenesí que vivimos diariamente con nuestras rutinas, el trabajo y todas las responsabilidades, es más importante que nunca tener un rincón de paz y tranquilidad, tu zona de descanso en tu hogar.
Es clave que mantengas tu zona de trabajo y tu zona de descanso perfectamente delimitadas. No tener un sitio fijo, o trabajar en espacios como el dormitorio puede hacer que a la hora de descansar no desconectes todo lo que deberías.
Con el teletrabajo, el espacio laboral y el de descanso se fusionaron, pero esta no es la opción más ideal si queremos aumentar nuestra productividad y tener un buen descanso, por eso te traemos 4 consejos para mejorar tu dormitorio.
1. El minimalismo es tu mejor aliado
Ten solo lo justo y necesario, esto hará que el espacio se vea despejado y te dará “paz mental”, sin mucha oportunidad de dejar cosas desordenadas. Cuando el espacio está recargado de muebles y sin un estilo determinado, da la sensación de desorden, aunque no sea real.
Por lo que tendemos a desordenarlo de verdad con mayor facilidad que aquellos espacios que generan una sensación de orden y organización.
Si te es posible, elimina el escritorio y la silla de tu dormitorio, sabes que al final lo único que terminas poniendo es ropa apilada. ¡No caigas en la trampa!
2. La importancia del color
La paleta de colores que utilices en tu zona de descanso es un elemento muy importante, ya que estos transmiten una serie de emociones y según su tono o intensidad pueden afectar al descanso.
Los colores pasteles, como verdes, azules, o lilas, favorecen más el sueño de las personas, transmiten tranquilidad y se asocian a elementos relajantes en la naturaleza. Al ser un color frío absorbe bien la luz y facilita la conciliación del sueño.
En segundo lugar, está el amarillo, este es un color alegre y energético. Sin embargo, si se utiliza en tonos claros, favorece el descanso, ya que también se asocia a la armonía.
Finalmente, el tercer color por excelencia para tu dormitorio no podía ser otro que la combinación de los dos primeros: verde. Este se asocia a la naturaleza y el optimismo, aunque debe ser en tonos pastel como el amarillo, además de favorecer el descanso, genera una actitud positiva en algunas personas.
Por otra parte, evita colores como el púrpura o el rojo. Estos son energéticos y brillantes, por lo que estimulan la creatividad y dificultan la conciliación del sueño. Además, colores como el marrón o el gris pueden causar sensación de soledad y tristeza.
3. La iluminación perfecta
La luz es un elemento clave para tu zona de descanso, lo ideal es recurrir a la mayor cantidad de luz natural posible. Ventanas que te permitan ventilar el espacio para crear mayor sensación de libertad, pero con un grosor que aísle el ruido exterior sería lo mejor.
También te recomendamos que incorpores elementos como cortinas o persianas que te ayuden a regular el nivel de luz para los momentos en los que quieras descansar.
Para las lámparas de tu habitación te sugerimos que elijas luces tenues y cálidas o si lo prefieres las bombillas que permitan regular la intensidad son muy útiles en este espacio.
Asimismo, eliminar cualquier rastro de pantallas es lo más recomendable, ya que la luz que emiten los dispositivos electrónicos como el móvil o el portátil disminuyen la serotonina y dificultan la conciliación del sueño.
4. Tú eres el toque mágico
Incorpora tu toque personal con elementos y detalles que hagan el espacio más acogedor. Puedes utilizar cuadros, fotografías o cojines que se adapten a tu estilo, preferiblemente manteniendo la sintonía de colores que hayas escogido para la habitación.
Estos elementos decorativos crearán un área personal e íntima y te ayudarán a sentirte tranquilo y seguro. Pero recuerda, no lo sobrecargues. En la sencillez está la clave.
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